21 marzo 2013

Doscientas veintinueve mil razones para tomar la calle


España. Marzo de 2013. La primavera viene cargada de regalos. Entre ellos, uno de 229.000 euros. Quien los recibe es Jesús Sepúlveda, histórico del aparato del PP imputado en la trama Gürtel, uno de los casos de corrupción política más importantes de la España contemporánea.

Doscientos veintinueve mil eurazos por despido improcedente para el marido de la patosa ministra de Sanidad Ana Mato -también beneficiada por la Gürtel-, un delincuente, frío y nauseabundo, que, tras su imputación, se vio forzado a dimitir allá por 2009, pero continuó ejerciendo como asesor en su partido hasta enero pasado, cuando fue cesado por sus jefes, metidos también en mierda hasta las cejas.

Doscientos veintinueve mil eurazos de despido, que conceden quienes racanean con tratamientos oncológicos para enfermos terminales y no impiden que ancianos o niños acaben en la puta calle, que contrastan de forma hiriente y dolorosa con las indemnizaciones de 20-30 días por año trabajado del homo vulgaris.

Si no son éstas doscientas veintinueve mil razones para devolverles el regalo, para tomar la calle masivamente y derribar, no ya al gobierno, sino al parlamento entero -culpable de ejercicio doloso por acción u omisión-, es que tú eres lo que eres, somos lo que somos, y ellos lo saben perfectamente. Siempre lo han sabido.