02 febrero 2012

Carta a José Luis Sampedro

Nos han educado para ser productores y consumidores
pero no para tener pensamiento propio.

José Luis Sampedro

Honorable y apreciado José Luis Sampedro,

más alla de que algunos datos de su larga biografía pudieran hacer murmurar a los más suspicaces (asesor de ministro y subdirector general en el Banco Exterior de España durante el franquismo; senador por designación real en la Transición o, incluso, miembro de la a veces criticable Real Academia de la Lengua), resultan evidentes sus cualidades como economista, profesor universitario y escritor, por lo que no extraña en absoluto que hayan sido ampliamente reconocidas: medalla de la Orden de Carlomagno del gobierno de Andorra, doctor honoris causa por la Universidad de Sevilla, Premio Internacional Menéndez Pelayo, Orden de las Artes y las Letras...

No obstante, como ocurre con Noam Chomsky, cuyas investigaciones en lingüística, las más revolucionarias de la historia de la disciplina, han quedado con el tiempo relegadas ante la opinión pública por su activismo político, importa aquí menos su extenso pasado profesional que su lúcido presente como ser humano, un presente en el que, a sus 95 años, es capaz de sacar los colores a una sociedad devaluada por la injusticia, la desigualdad y el miedo consustanciales a un capitalismo salvaje que es, paradójicamente, un cadáver. Ya hemos dejado constancia en este blog de su manifiesto de adhesión al 15-M. Y todos recordamos asimismo su prólogo a Indignaos de Stéphane Hessel y su colaboración en el proyecto Reacciona.



Ahora, sin embargo, días después de ver en Salvados, el programa de Jordi Évole, que su capacidad de emocionar y hacer reflexionar al mismo tiempo sigue intacta, quiero respetuosamente sugerirle que RECHACE el Premio Nacional de las Letras que el Ministerio de Cultura le concedió en noviembre de 2011. Un ministerio impulsor de ACTA y la ley Sinde -hoy Sinde/Wert- que limita el libre tránsito del conocimiento y favorece la censura en la red, asegurando así el enriquecimiento de los lobbies de siempre. Un ministerio hoy dirigido por José Ignacio Wert, que inicia su gestión arremetiendo contra la educación pública con malas artes. El ministerio, en suma, de un gobierno que usted ha combatido con firmeza desde su idea de una economía humanizada. Creo, sinceramente, que es cuestión de coherencia que lo haga. 

Atentamente.


 


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